La casa está fantástica, muy bien equipada, muy acogedora, bonita, muy bien mantenida. Todo perfecto. El trato del dueño, Jesús María, es inmejorable: super cordial y amable, a la vez que reservado. Perfecto. Nos tenía preparada hasta una cena básica de bienvenida, a base de productos de la tierra (jamón, queso, vino, incluso champán navideño). Todo riquísimo ! . Impresionante.
Es la mejor casa rural que hemos experimentado nunca. No creo que esto sea repetible, salvo en esta misma casa.
Fabuloso.
Y el entorno natural es maravilloso: pinares, hayedos, y el río Tirón con sus cascadas. Nadie en el campo, y poca gente, aunque muy acogedora, en el pueblo (nos invitaron a una tacita de caldo y una copita después de la san silvestre fresnedana!).
Una maravilla.