Tanto Juan como el resto del personal han sido muy profesionales y amables.
A destacar, el desayuno. Abundante y servido en mesa (zumo de naranja natural, fruta fresca variada, bollería variada, tostadas de pan de viena, mantequilla, mermeladas, aceite de oliva virgen extra, tomate natural rallado y aromatizado con ajo, además del café, de cafetera).
Para volver.