Solo puedo decir cosas maravillosas de este lugar,empezando por su propietario, Pepe que en todo momento estuvo pendiente de nuestro confort,aconsejando donde poder ir ,comer etc.
El lugar es precioso,todo muy cuidado tanto el entorno como su naturaleza.
Hay animales como burros,gallinas,perro ,gatos todos en armonía con el lugar ,cuidados y felices .
Los arboles frutales y olivos rodean el lugar.Hay que probar el fabuloso aceite que producen ,el cual se puede comprar allí.(calidad-precio,excelente ).
La habitación no le falta detalle,los muebles antiguos preciosos ,muy limpia y con todo lo que se necesita para la vida diaria ,como si estuvieras en tu casa.
La finca tiene piscina(limpia) ,excelente para descansar por el entorno de jardines muy bonitos ,también tiene aparcamiento.
Las noches son mágicas ,puedes ver las estrellas y se llena el entorno de silencio y paz.
Lo recomiendo 100 x100,me he quedado en varios alojamientos de este tipo en Fuerteventura,este con diferencia para mi es el mejor.
Volveré a repetir,sobre todo por que me gusta el respeto a la naturaleza y en esta finca se hace.
Todas las habitaciones estaban llenas ,aún así no se oían ruido y se podía estar a gusto.
Puedes pasear por los alrededores ,impresionantes en el atardecer cuando se va el calor.
Quiero dar las gracias a Pepe y su familia por cuidar un trocito de la isla de Fuerteventura ,se agradece este tipo de estancias y no los hoteles.