Ubicación céntrica ideal con acceso facilísimo, y si consigues sitio para aparcar en el solar-parking, perfecto, si no, hay otro solar en la misma pza, mayor o en la zona próxima exterior al centro a apenas 200 mts.
Trato normal.
El edificio una maravilla, no vallas buscando vistas al asomarte por la ventana que no las vas a tener, pero a cambio tienes una edificio con historia, muy bien conservado y ambientado, es una maravilla utilizar la escalera para ir viendo la decoración de las zonas de descanso y paso de cada planta y los techos de madera, sobre todo en la ultima planta, el patio interior con su pozo y la entrada a la recepción que es muy original.
Los salones para desayuno y comidas, muy bien decorados con mucho gusto y detalle. el desayuno mas que suficiente, el pan buenísimo, el zumo, bollería y tortilla igual.
El museo de la Dolores existente en el edificio, tuvimos que pagar por entrar (Menos que si no estás alojado), entramos porque estábamos allí y ves otra parte del edificio pero tampoco le veo mucho sentido, tan solo cuando hagan catas de vinos, puesto que tienen un espacio ideal para ello.
Como anécdota, al llegar me hablaron solo de alojamiento cuando tenía también el desayuno incluido, volvieron a mirar y lo vieron, pero es que al irme me dijeron que estaba la estancia sin abonar, lo cual me sorprendió, y después de estar un rato en la recepción y de revisar mi reserva se quedara solventado el error de no mirar bien las cosas antes de echarme el alto.